¿Alguien se imagina ir a un concesionario a comprar un coche y que se lo enseñen sucio por fuera y con restos de comida y barro por dentro?
¿Por qué vas a enseñar tu casa sin limpiar? Elimina el polvo, los restos de suciedad, la grasa, los restregones del suelo, las pisadas y todo aquello que transmita dejadez y haga al comprador sentir que la casa está cerrada o abandonada a la única suerte de las visitas. Que la limpieza de tu casa se traduzca en vida y reluzca por encima de las demás.