Tener la casa ordenada y despejada es tu mejor aliado para transmitir amplitud (además de la luz). Nadie quiere comprar una casa pequeña, agobiante y sin espacio. Nos gusta guardar; en ocasiones hasta almacenar, pero tenemos que desprendernos de todo eso que nos sobra antes de poner la casa a la venta.
El comprador necesita saber que todas sus cosas le van a caber en la nueva vivienda sin problema. Si la vivienda tiene trastero, sírvete de él y guarda allí todo lo que sobre. Evita pedir perdón por “enredos” sin colocar, camas sin hacer, ropa fuera del armario… que los compradores no puedan sacar un “pero” y se centren en lo bueno.